Los fanáticos de la animación moderna están probablemente enterados de la supuesta frase dicha por el aclamado director Hayao Miyazaki, “el anime fue un error” y solo piensan que fue sarcástico. Después de todo, Miyazaki es uno de los directores de anime más reconocidos y queridos por la industria. Tan solo su película Sen to Chihiro no Kamikakushi (El viaje de Chihiro) es la única película de animación japonesa que ha ganado un Premio Óscar hasta la fecha. Sus películas han inspirado a una gran cantidad de directores de anime y ha estado involucrado en la industria desde la década de los 60’s, siendo mentor de directores como Hideaki Anno, de Neon Genesis Evangelion.
No obstante, aunque en realidad nunca dijo exactamente “el anime fue un error”, sí ha sido increíblemente crítico al respecto de la industria actual del anime, los creadores y los fanáticos. Si bien la mayoría de sus quejas pueden interpretarse como las de un “anciano amargado” que no quiere modernizarse, muchas de ellas también son difíciles de ignorar.
Anti-Tecnología
Miyazaki tienda a evadir el utilizar la tecnología actual en sus películas. Incluso en una ocasión comparó el iPad con la masturbación. Miyazaki ni siquiera tiene idea de lo que son las plataformas de streaming. Mientras que la tecnología avanza para las producciones de anime y se convierten cada vez más digitales, Miyazaki tiende a permanecer adepto a las técnicas de animación tradicional tanto como puede.
Sin embargo, ha estado utilizando el coloreado por computadora y efectos CGI menores en sus trabajos desde la película Mononoke Hime (La princesa Mononoke), pero ha sido firme en mantener el proceso tradicional para la mayor parte de sus proyectos. En la película Gake no Ue no Ponyo, el director rechazó por completo los efectos CGI. La tecnología moderna no es algo que Miyazaki entienda, y algunas veces se comporta bastante hostil.
Hayao Miyazaki dirigió, de hecho, un cortometraje en animación CGI titulado Kemushi no Boro en 2018. Como se presenta en un documental realizado sobre él, frecuentemente discutía con los animadores y programadores durante la producción. Su crítica más dura fue cuando le comentaron que tenían un proyecto para crear “computadoras que puedan dibujar tan bien como los humanos”.
Miyazaki comparó la animación de un zombie generada por computadora con un amigo de él que posee una discapacidad que le impide moverse, antes de añadir: “Quienquiera que se atreve a crear esto no tiene idea de lo que es el dolor. Estoy bastante disgustado. Si de verdad quieres crear este tipo de cosas bizarras, puedes hacerlo. Pero por mi parte, nunca incorporaré esta tecnología en mis trabajos. Estoy convencido de que esto es un insulto a la vida misma”.
Una fuente obvia de la ira de Miyazaki son las representaciones poco realistas, a menudo incluso fetichistas, de la mujer en la industria actual. “No importa si eres bueno dibujando o no, si no dedicas tu tiempo para conocer y observar a las personas reales no será capaz de dibujarlas, debido a que nunca las has visto realmente”.
El tipo de otaku que Hayao Miyazaki detesta más son los “gun otaku”. De acuerdo con el director, son aquellos que tienen los peores conceptos de diseños de personajes y, por lo tanto, los más inmadures. Miyazaki considera la obsesión por cualquier cosa como algo inmaduro… aunque no estamos seguros si está en posición de decir algo así, conociendo su vasta colección de aviones y tanques.
Poco sentido de la realidad
Muchas de las series populares de la década pasada, según Miyazaki, pecan de un “fetiche de poderes”. Los gustos por Sword Art Online, Oreimo y Darling in the FranXX son “refritos” poco originales de obras anteriores, con una narrativa simple. En palabras de Miyazaki, “solo busca complacer a las personas dándoles lo que les gustaría que existiera en la vida real”.
En contraparte, las obras de Hayao Miyazaki son bastante naturalistas y conscientes del mundo real que el director habita, por lo que es bastante comprensible que se sienta frustrado cuando los creadores de series se niegan a salir y aprovechar las experiencias de la interacción humana. Hay una clara falta de humanidad en las producciones con alta carga de CGI y “cumplimiento de deseos” (conocido también como fan-service, que no solo se limita a lo ecchi). Tiene sentido que para Miyazaki esto representa un declive en la calidad de las producciones actuales y que, aunque no quiere decir que odia todo el anime actual, se están olvidando de mostrar la vida desde un punto de vista honesto.
Fuente: CBR
© Hayao Miyazaki / Studio Ghibli
No obstante, aunque en realidad nunca dijo exactamente “el anime fue un error”, sí ha sido increíblemente crítico al respecto de la industria actual del anime, los creadores y los fanáticos. Si bien la mayoría de sus quejas pueden interpretarse como las de un “anciano amargado” que no quiere modernizarse, muchas de ellas también son difíciles de ignorar.
Anti-Tecnología
Miyazaki tienda a evadir el utilizar la tecnología actual en sus películas. Incluso en una ocasión comparó el iPad con la masturbación. Miyazaki ni siquiera tiene idea de lo que son las plataformas de streaming. Mientras que la tecnología avanza para las producciones de anime y se convierten cada vez más digitales, Miyazaki tiende a permanecer adepto a las técnicas de animación tradicional tanto como puede.
Sin embargo, ha estado utilizando el coloreado por computadora y efectos CGI menores en sus trabajos desde la película Mononoke Hime (La princesa Mononoke), pero ha sido firme en mantener el proceso tradicional para la mayor parte de sus proyectos. En la película Gake no Ue no Ponyo, el director rechazó por completo los efectos CGI. La tecnología moderna no es algo que Miyazaki entienda, y algunas veces se comporta bastante hostil.
Hayao Miyazaki dirigió, de hecho, un cortometraje en animación CGI titulado Kemushi no Boro en 2018. Como se presenta en un documental realizado sobre él, frecuentemente discutía con los animadores y programadores durante la producción. Su crítica más dura fue cuando le comentaron que tenían un proyecto para crear “computadoras que puedan dibujar tan bien como los humanos”.
Miyazaki comparó la animación de un zombie generada por computadora con un amigo de él que posee una discapacidad que le impide moverse, antes de añadir: “Quienquiera que se atreve a crear esto no tiene idea de lo que es el dolor. Estoy bastante disgustado. Si de verdad quieres crear este tipo de cosas bizarras, puedes hacerlo. Pero por mi parte, nunca incorporaré esta tecnología en mis trabajos. Estoy convencido de que esto es un insulto a la vida misma”.
Mientras que Miyazaki no odia realmente todas las nuevas herramientas de la tecnología moderna para la animación, se mantiene firme valorando las técnicas de animación tradicional y cuestiona las formas en que la creciente digitalización del anime está encareciendo la humanidad y vitalidad de las producciones.
El problema de los creadores
Hayao Miyazaki ha declarado muchas veces que el mayor problema de la industria del anime son los “creadores otaku”. En una declaración en 2014 después del estreno de la película Kaze Tachinu, Miyazaki mencionó que la industria actual está sufriendo debido a que los “creadores otaku” no se relacionan con otras personas. Según Miyazaki, la animación solo puede ser realizada por personas que entienden y aprecian el comportamiento y actuar de otras personas.
Su propio discípulo, Hideaki Anno, podría caer dentro de la categoría de otaku dado el manga autobiográfico que publicó su esposa Moyocco Anno. Sin embargo, Miyazaki siempre ha tenido una buena impresión de él. Esto podría deberse a que Anno es popular por sus interpretaciones profundas y realistas de la psicología humana, basándose en sus experiencias personales de aislamiento social y de ansiedad por su trabajo.
El tipo de otaku que Hayao Miyazaki detesta más son los “gun otaku”. De acuerdo con el director, son aquellos que tienen los peores conceptos de diseños de personajes y, por lo tanto, los más inmadures. Miyazaki considera la obsesión por cualquier cosa como algo inmaduro… aunque no estamos seguros si está en posición de decir algo así, conociendo su vasta colección de aviones y tanques.
Poco sentido de la realidad
Muchas de las series populares de la década pasada, según Miyazaki, pecan de un “fetiche de poderes”. Los gustos por Sword Art Online, Oreimo y Darling in the FranXX son “refritos” poco originales de obras anteriores, con una narrativa simple. En palabras de Miyazaki, “solo busca complacer a las personas dándoles lo que les gustaría que existiera en la vida real”.
En contraparte, las obras de Hayao Miyazaki son bastante naturalistas y conscientes del mundo real que el director habita, por lo que es bastante comprensible que se sienta frustrado cuando los creadores de series se niegan a salir y aprovechar las experiencias de la interacción humana. Hay una clara falta de humanidad en las producciones con alta carga de CGI y “cumplimiento de deseos” (conocido también como fan-service, que no solo se limita a lo ecchi). Tiene sentido que para Miyazaki esto representa un declive en la calidad de las producciones actuales y que, aunque no quiere decir que odia todo el anime actual, se están olvidando de mostrar la vida desde un punto de vista honesto.
Fuente: CBR
© Hayao Miyazaki / Studio Ghibli